Ordenando el ropero mental

Llevo casi 3 meses en un pega que me está abrumando y poniendo en jaque.
Por diversas razones...la capacidad de confiar en mi equipo
...la capacidad de adaptarme a cambios constantes
...el desafío de conocer e inventar mis límites personales

Acá he ido navegando, mi ruta ha estado cargada de emociones, una montaña rusa.
He descubierto nuevos amigos que son justamente eso, buenos amigos.
Pero, quizás por la temática en la que estamos están un poco dañados. Como buenos varones niegan y no expresan mucho de lo que les pasa. Y como buenas mujeres expresan cada uno de sus pensamientos y de sus emociones, lo que resulta muy perturbador en ocasiones.

Y el otro lado de la medalla es el trabajo con los chiquillos, que por lo demás están en una cárcel, que no merecen a pesar de los delitos que han cometido contra esta sociedad. Una sociedad que no persigue y castiga a muchos delincuentes, asesinos y ladrones de cuello.

Aun así me dan ganas de sacarles la cresta de vez en cuando y abrazarlos en otros momentos..como a cualquier otro ser humano.

Eso...solo es despejar el pecho de cosas raras después de la pega...

Dejaré un cuento en mi otro blog para paralelizar mi experiencia. Lleva por título "Escribiendo un libro" y lo saqué, justamente, de un libro..jeje

Un abrazo a todos/as y valoren sus pegas..no hay nada como estar en la cárcel..

Chauz