Belerofonte

Me dejé deslizar entre las sábanas del deseo
a los corredores resplandecientes del futuro
mascando una rabia, cambiándola en querubín
completando el círculo tantas veces empezado.

Tantas, como tantas veces mi cabeza dio contra esa pared
tantas, como estancias en la casa de los ideales me puse a construir
tantas, como el horizonte infinito del canto de las sirenas

Y me paro, respiro y canto. Avanzo un paso y retrocedo dos
voy de lado luego a la izquierda, jugando rayuela con mis pensamientos
con luz hasta las rodillas en el pozo del Sol. Hasta que incorporo el mayor dolor.

NADA DEBE SER ESTRICTAMENTE DE NINGÚN MODO ESPECÍFICO...NUNCA!!

Deshaciendo un cigarro, recorro el paisaje de mi historia planeando bajo
Encuentro el caballo místico que cabalgó Belerofonte,
el primer mortal en alcanzar la felicidad al matar sus quimeras.

Siempre recordaré al maestro, mente vacía en un corazón lleno
De modo que recojo el tarot de mi vida y me dispongo a iniciar una nueva jornada
que pase el siguiente...

JL.-