Nosotros somos como un pequeño bote, un bote, una barca, una estructura frágil y perenne.
Que por dentro se siente en ocasiones segura y en otras no tanto.
Pero que nos permite diferenciarnos del tremendo mar de locura que nos rodea.

La barca
no importa como sea
en ocasiones se verá invadiada de mar.

Y lo importante, como en cualquier nave, no es preocuparse porque esto pase o no pase.
Sino por tener en nuestro interior los elementos, los ingredientes, los recuerdos, las vivencias, la santa locura, los colores, los aromas, los aceites y fluidos...

Que nos permitan tener la mirada, tener la fuerza,
tener la inteligencia y saber apoyarse
en otros, para poder sacar... SOLO EL AGUA QUE SEA NECESARIA, a fin de no entorpecer
el viaje.

¿Y el destino del viaje?...Ahh bueno,
esa es otra pregunta muy interesante
pero que la debes responder
TU...

Colcura, 2006